EL OTRO - ENTREGA FINAL
Nikon D3200 1/80s f/13 40 mm ISO 100
Durante esta nueva experiencia, fui topándome con varias problemáticas, empecé bastante frustrada sin idea sobre a quién sacarle el retrato, quería que sea interesante. Me atrasé, una semana después elegí probar con mi pareja. Realmente me entusiasmaba la idea pero al poner en práctica la situación de fotografía, se entorpecía todo, bastante. Intentaba salir "bien" según lo que él creía y nunca llegó a entender bien qué era lo que yo quería mostrar y cómo (bastante complicado a veces explicarlo). En fin, luego de tantas vueltas y pruebas, me dí cuenta que tenía otro "personaje" muy gracioso e intrigante para retratar, mi hermano.
Es el único que tengo, es menor, tiene 13 años. Desde que es muy pequeño, fue una persona bastante acumuladora, entre esas cosas innecesarias con las que se obsesionaba, está esta colección de monedas, tiene más de 100, de diferentes países y valores. Terminé de realizar las fotos y todavía sigo sin entender dónde fue que encontró cada una...
Paradójicamente, es muy materialista (puede ser la edad, ¡lo sé!) y le gusta aparentar. Siempre está controlando cuánta plata tiene en sus ahorros y al momento de comprar algo, elige el lugar más caro (no hay por qué🥵).
Es por esto que me pareció que realizar una puesta con todas sus monedas al rededor suyo, era una buena idea. En el proceso, me sumaron la iniciativa de exagerar un poco todo y convertirlo en un rito egipcio/vikingo, de esos que cuando alguien fallece le dejan todas sus pertenencias valiosas para que la abundancia lo siga en su próxima vida.
Y así terminó la foto, partiendo con las ideas iniciales, él con las monedas al rededor de la cabeza, ya que el tema del dinero pareciera rondar siempre por sus pensamientos. Sus accesorios acompañan, anillos y cadenas de oro.
Esta vez opté por una luz más cálida, natural. Acompañando esto, le iluminé la cara, parte del cuerpo y los nudillos con sombras doradas y plateadas, haciendo más referencia a la idea de los sarcófagos de los egipcios, lo dorado y plateado de las monedas que tiñen "todo su ser".
La pose exagerada similar al de una "momia" y la decisión de estar sin remera, está relacionada con esta instancia anteriormente escrita, se espía a un ser fallecido que está acompañado de sus riquezas.
Al estar en la terraza, tuve que usar papel metálico desde un costado para iluminar de igual manera las monedas que tiene en los ojos. Quedando así una dorada y una plateada, dúo representante del dinero.
Por último, el encuadre es cuadrado y bien pegado a los brazos para que las líneas contorneen al cuerpo como si de una tumba se tratara.
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